domingo, 17 de julio de 2016

Mis tias

Los tíos forman parte de nuestras vidas, por eso son eslabones importantes de esta cadena que es nuestra vida en mi caso por parte de padre he tenido dos tíos y una tía esta se llamaba María y junto a ella, su marido y sus tres hijos compartimos una pequeña casa, mis padres, mis dos hermanos y yo, allí vivimos  nuestra niñez, rodeados de personas queridas y muy cerca de mis abuelos paternos.
Los tíos Isidoro y Jenaro al primero la verdad lo trate mucho mas por visitar este continuamente a su hermana y porque trabajaba en la cerámica junto a mi padre, y yo pasaba muchas tardes allí junto a mi padre que esta por demás que yo diga que lo adoraba.
Yo los quise a todos a pesar de tener mas roce con unos que con otros pero así me educo mi padre sin odio y queriendo a los tullos por eso puedo decir que así a sido. Y a pesar que hoy no pueda  disfrutar de ninguno siempre tendréis un hueco en mi corazón,  mis primos paternos  a pesar de no vernos todos los días cuando nos encontramos en algún sitio me gusta hablar un poco con ellos interesarme como les va a ellos y sus hijos y siento que los quiero porque así es y si alguno tiene la oportunidad de leerlo que lo sepa que vuestra prima Loli os quiere.
Por parte materna tuve un tío y tres tías, Julio mi tío la verdad no trataba con sus hermanas ni con su madre por lo tanto solo lo conocí como una persona de mi pueblo, pero nada ni bueno ni malo puedo decir ya que no lo trate.
Mi tía Luisa soltera, pocos serian los días de mi vida hasta su muerte que no la viese, de niña porque todos los días visitábamos a mi abuela y cuando mi abuela falleció porque ella visitaba a sus hermanas todos los días no la llamábamos tía decíamos la Luisa pero todos la queríamos y mucho.
Después mi tía María para el pueblo la María de Natalio para mi fíjate ni tan siquiera María para mi era sinplemente mi tía eso si mi TÍA con mayúsculas ella se fue sabiendo lo mucho que yo la quería al igual que yo sabia lo que ella me quería a mi.
La Guada así era para nosotros y así la conocía todo el pueblo, a veces ella solía decirnos que a ella no la queríamos que no la llamábamos ni tía pero no era verdad si que te queríamos y mucho además diré en honor a la verdad que te echo mucho de menos todas tus visitas a mi casa y a la tienda, claro que te queríamos y mucho.
 Ojala y hubiese un sitio donde pudieseis estar todos juntos sinceramente creo que no existe ese lugar pero todos y cada uno de todos vosotros tenéis un hueco en mi corazón y en el corazón de todos aquellos que os quieren y nunca os olvidaran.
 Fuisteis eslabones importantes en mi vida sobre todo en mi niñez y juventud por eso quería recordaros sin dar muchos detalles de ninguno porque no quiero que se pueda molestar nadie.

Ahora si quiero dedicar unas lineas a mi tía especial ya que yo soy de las que reconozco que queriendo mucho a todos siempre alguien destaca y en este caso eres tu ( mi tía ) después de mis padres eres quien mas me enseño a caminar por la vida,recuerdo verte tantas veces en mi caminar hacia el colé, las tardes donde la abuela ,esas reuniones de hermanas y primos, te vi de hacer las matanzas, esas limpiezas a fondo en las que a veces te ayude, y sobre todo las limpiezas  donde la Luisa, esos días cargados de plancha y lavadoras, esos barridos de porches y calle, esos dulces caseros que mis recetas son las tullas, esa gran vecina que fuiste, esas veladas haciendo punto y ganchillo, noches de fresco en tu puerta con Natalia, salir a tomar el pan y verte desde mi puerta, verte coger las gaseosas, encontrarme contigo donde Sebastian o donde Luis Rico,para mi fuiste especial.
 Escucharte contar mi nacimiento como si de un hijo tullo se tratara con ese amor, disfrutar de ti al  ver como nacían mis hijos y mi tía los quería, son tantas cosas que para mi fue muy fácil quererte
.
Siempre agradecí tus largas visitas a casa, nuestras largas conversaciones que las dos sabíamos que se quedaban para nosotras, tus sabios consejos, tus felicitaciones de cumpleaños el ultimo que me felicitaste fue muy triste pero lo guardo en mi corazón.
 Gran ama de casa trabajadora incansable, cuantas veces en las muchas conversaciones que las dos tuvimos aquí en mi casa me has dicho Lolita descansa un poco que tanto trabajo me recuerdas a mi y nadie lo agradece sabias palabras
Por estas y muchas cosas mas siempre estarás en mi vida yo te sigo queriendo y recordandote y asi sera mientras viva para mi mi tia especial un beso.   
  

      

martes, 2 de febrero de 2016

Hoy quiero escribir de una parte importante de mi pueblo La plaza por la cual pasaron nuestros antepasados, pasamos todos los que actualmente habitamos en este nuestro pueblo, recibe a todos los que nos visitan y a todos los que un día tuvieron que partir y siempre que pueden regresan y ahí seguirá  firme para recibir a futuras generaciones, seguramente seguirá cambiando pero siempre habrá alguien para recordar la Plaza de su momento y eso es lo que yo voy hacer ahora recordar la plaza de los sesenta la Plaza de mi niñez.
En esta nuestra plaza que hoy quiero recordar jugué cientos de veces a la taba, la comba, balón prisionero, al rescate, a la goma, al triángulo con las canicas, al chocolate ingles, a la gallinita ciega, la zapatilla por detrás, al corro, los enemigos y muchos más.
También en esta nuestra plaza lo he pasado genial con mis amigas, hemos discutido, hemos reído, llorado, nos hemos contado los secretos ese chico que te gustaba y no te hacia ni caso o viceversa, e pasado  Carnavales, navidades, ferias y veranos muy buenos
Son tantas las cosas de nuestra plaza que alguna se me quedara en el tintero. Para empezar diré que estaba partida en dos por la calle Cervantes por esta calle acedías a la puerta principal de la iglesia frente a ella el bar de Santi ,la droguería de Inocente, la juguetería que solo se abría el mes de diciembre, la tienda de chuches de Antonio (suegro de Santi), la barbería de Pírrica que sigue en el mismo sitio, la pastelería de la tía Enriqueta correos que tantas veces visite regentado por el tío Blas siempre con su cartearon cargado de esas tan esperadas cartas de familiares, frente a la espalda de la iglesia el hostal de las hermanas Gómez, la otra puerta principal de la iglesia situada en la calle Daoiz frente a ella el escaparate del tío Marús y la otra espalda de nuestra iglesia divisando nuestra plaza, vigilante eterna de todo lo que allí acontece por siglos.
Dibujando el marco de la plaza de mi niñez estaba la tienda del tío Marús allí encontrabas todo comestibles, ropa de vestir y para el hogar, menaje de cocina, herramientas, mercería, calzado, droguería, materiales escolares bueno todo distribuido en tres secciones gran profesional el tío Marús y sus empleados. Seguimos con la relojería de Felipin que además de ser el relojero era el sacristán, encargado de tocar las campanas ya fuesen alegrías o tristezas. Cruzamos la calle Severo Ochoa y ahí nos encontramos con la tienda de la tía Leonor con esas buenísimas chufas, pipas, kicos o garbanzos tostados, Gaspar el zapatero que nos reparaba esos zapatos con medias suelas y taloneras y las carteras del cole la farmacia como la hemos conocido siempre la farmacia de la plaza.
Cruzamos la calle del Santo rodeamos la calle del Toledillo sin olvidarme del estanco de la tía María que tantas veces fui a comprar esos ideales para mi abuelo y alguna vez puede que para mi padre pero eso lo recuerdo menos y nos situamos en la calle principal la calle de la Plaza España con la peluquería de Paca su hermana de Romo, la bascula con su garita y el tío Julián al mando de ella  gran persona. La tiendecita de la tía Leandra y su hija Felipa grandes recuerdos me trae esa pequeña tiendecita en donde yo empecé comprando esos recortables de muñecas y cuentos de príncipes y princesas que no podías elegir era tu suerte ya que venían en un sobre cerrado luego nos juntábamos las chicas del barrio y nos cambiábamos los repes como si fuesen cromos allí compre mis tebeos Mortadelo y Filemón, pulgarcito etc. leí los de mi hermano del Jabato y El capitán Trueno  y bastantes novelas de Corín Tellado a pesar de no haber comprado ninguna  sí que me leía las de mi prima Upé y su hermana Angelita allí también comprabamos nuestras  chuches.
Luego algo después vino el bar España( el Chato ) y terminamos en la esquina de la carnicería del tío Sebastián yo la recuerdo sin cámaras con las carnes colgadas de ganchos y encima de un mostrador. Nos cruzamos a la plaza  y estamos en la famosa esquina del teléfono llamada así precisamente por estar la centralita yo la recuerdo con la tía Amparo al mando allí se recibían o hacían las llamadas, pero era un lujo poder llamar, alguna vez recuerdo  hablar con mi padre  también se recibían telegramas que pocas veces traían buenas noticias, y ahí mismo en la esquina la sastrería del tío Germán el me hizo mis primeros pantalones.
Estamos en la plaza que como ya dije al principio estaba partida en dos en esta primera teníamos los sabores, olores, fantasia, ilusión, besos y abrazos. Besos y abrazos que corríamos a dar a nuestros abuelos que estando en la esquina o tu madre que pasaba por allí  o una tía  te daban una peseta o algo mas con lo que podías saborear esos buenos chicles bazoca, pastillas de burro, regaliz etc que podíamos comprar en el quiosco de Paco el ciego o en el de la tía Enoralia los ricos polos de la caseta de Mari hechos por la familia en su casa  esos coyotes de la tía Primitiva y su hijo Guillermo nunca volveremos a comer un helado tan bueno y natural, olores a todo esto y sobre todo a esas castañas de temporada que nos tostaban allí mismo en la calle, fantasía y ilusión venían de la mano de esas carteleras que teníamos todos los sábados y domingos para el cine el del tío Víctor  y el tío Morros y aquí en esta misma plaza el bar del tío Romo donde nuestros padres tomaban su café o su cañita.
Cruzamos la calle divisora de estas dos plazas y nos situamos en la mayor de ellas allí tenemos el quiosco de la música con esos conciertos dominicales que atraían a tantas personas esos pasodobles que les alegraba el final de una semana llena de trabajo, la fuente situada más o menos donde está el arriero esa fuente que llenaba las tinajas y los cantaros de nuestras casas y como calmaba nuestra sed en las calurosas tardes de verano bebiendo agua a chorro o a chupetón del grifo.
La estatua del corazón de Jesús contorneada de su pequeño jardín, pareciese que con sus brazos en alto acogiese a todos los que por allí pasábamos, esta plaza la recuerdo llena de matrimonios paseando, novios, amigos, y amigas, niños y niñas llena hasta no caber mas por eso nos contaban nuestros mayores de entonces que se le apodo roce porque al pasear se rozaban unos con otros.
Porque en esta plaza jugué cientos de veces, me caí, reí, llore, la cruce en brazos para  bautizarme, corrí vestida de comunión, la anduve miles de veces para hacer los recados a mi madre, la cruce vestida de novia, han jugado mis hijos, porque el punto de encuentro en caso de perderlos de vista en un momento era el borrico a pesar que no fue necesario nunca yo como madre pesada que dicen ellos que soy les diría cientos de veces si en un momento no veis a papá o mamá no lloréis derechos al borrico que allí estamos.
Porque a día de hoy me encanta bajar a la plaza ver los niños correr niños que algún día recordaran esta su plaza,  tomarme una cervecita fresquita, un buen café o simplemente pasear pelando unas pipas eso si en buena compañía y encontrarme con familiares, amigos  o simplemente conocidos estas pequeñas cosas son las que dan vida a esta nuestra PLAZA.
Este  es mi pequeño recuerdo a esta gran plaza que yo no sé si tendrá más sinónimos de los que yo conozco  su nombre       PLAZA ESPAÑA

Pero además la llamamos simplemente plaza, cariñosamente roce o como siempre oí decir a mi padre me bajo al pozo palacio.            

jueves, 11 de junio de 2015

Calle el Santo calle de mis abuelos

En este charco helado patinamos con nuestras catiuscas





Calle del santo, calle de mi niñez de juegos, risas, llantos, porrazos que desollaban rodillas y codos calle por la que veía llegar a mi madre de hacer sus compras o con un cántaro de agua a la cadera, ver llegar a mi padre de vuelta a casa, mis abuelos sentados en su acera, los carros y remolques aparcados que tantas veces nos sirvieron de escondite, sentir a mi madre llamarme a grito pelado, todo esto para mí ya la hace una calle importante en mi vida.
La anduve miles de veces en mi caminar al colegio, para hacer recados a mi madre, para ir al estanco de la tía María a por un celta corto para mi abuelo, donde Olympio y Juana por yogures o unos zumos fresquitos de la prosperidad, donde los chivirines por la leche cada día, a jugar un rato al matadero, donde  Paca por una bolsa patatas de Fortunato.
Mis abuelos Vivían en esta calle divisando la calle Cabo Noval que era la mía por eso hoy hablare de ellos para mí era lo más importante que yo tenía en esta calle
.
En esta calle también vivía una hermana de mi abuela, Clotilde a la que yo visite infinidad de veces con mi abuela y en muchas ocasiones con mi madre.
Mis abuelos paternos fueron muy importantes en mi vida mi abuelo porque fue el único que conocí, recuerdo como cada domingo llevaba un nieto al cine ya que no se podía invitar a todos a la vez eso si solo a los chicos, eran tiempos diferentes, no quiere decir que a las chicas no nos quisiera porque a mi hermana la adoraba, igual a todas pero ella era la pequeña, también nos solía dar para que fuésemos a comprar un polo parece que lo estuviese viendo venir de la cerámica y salir a su encuentro a la vez que venía corriendo su perro cuqui era una persona entrañable al que yo creo que deberían querer mucho familiares y vecinos del pueblo.
Sus nietos mayores disfrutaron algo más de él, otros en cambio todavía éramos muy niños cuando lo perdimos para mí fue la primera perdida de un ser querido y sobre todo recuerdo la tristeza de mi padre en los pocos días que estuvo enfermo y los llantos de mi abuela.
Este suceso para mi tubo un cambio importante en mi vida pase sin comerlo ni beberlo a dormir con mi abuela  no es que yo no quisiera ir a dormir con ella pero no podía entender que teniendo tantas nietas tuviese que ser yo nunca supe el motivo, pero a pesar que esta circunstancia me robo tiempo con mis hermanos y padres, me aporto grandes vivencias con mi abuela una mujer de mente abierta.
La primera noche llore mucho cuando mi madre me llevo recuerdo que mi madre decía porque no quieres ir con tu abuela y yo decía que no quería dormir con una vieja sin embargo llorando me dormí abrazada a ella cuantas cosas me contó en esa cama que compartiríamos años todo lo que ella me contaba giraba en torno a mi padre ahí conocí toda la vida de mi padre a veces le decía cuéntame otra vez esto y no se cansaba de repetirme las cosas que bonito hubiese sido que estuviese grabada alguna de esas conversaciones oír con que  amor hablaba de sus hijos.
 
Yo quise mucho a mi abuela era una gran persona feliz cuando los demás tenían cosas que ella no tuvo nunca siempre que la recuerdo la veo como le decía a mi madre cómprate un frigorífico que te vas alegrar cuando lo tengas y una lavadora que te va quitar mucho trabajo y así con todas las cosas que iban saliendo al mercado cuando ella no disponía de nada.
Cuando nos cambiamos de casa siempre me llevaba mi hermano en verano hasta cruzar la carretera y en invierno hasta su casa y ella siempre esperando que llegara fueron buenos años de verdad que si abuela aprendí mucho contigo sobre todo conocí la vida y milagros de mi padre ese ser maravilloso que fue para mí y que tu pusiste tu granito de arena para que así fuese.
Esta fue la calle de mis juegos, enemigos, tres en raya, las chinas, taba, escondite, pillado y tantos otros de los que un día escribiré.
 Por esta calle  pasee vestida de comunión de corto como ya pocas iban pero no me causo ningún trauma y hoy pienso que quizás fuese el mejor de todos los vestidos de aquel año ya que lo hicieron las manos de mi madre y estoy segura que le puso mucho amor y además me hizo otro para la tarde.
En la casa de mis abuelos también pase una enfermedad dura sobre todo para mis padres y abuela por darse la circunstancia de estar yo a su cargo porque mis padres se encontraban cogiendo aceituna en Manzaneque y como los medios no eran los de ahora un taxi tuvo que ir en su busca ya que Don Manolo dijo que no había solución la verdad lo pase muy mal y no me pudieron ni trasladar a mi casa tuvo que ser mi madre quien se trasladase conmigo me mimaron y todo lo recuerdo como un sueño.
Allí en la puerta de mis abuelos leí montones de cuentos de princesas que se compraban en sobre cerrado como sorpresa doblados por la mitad por ello los cambiábamos como los cromos leí los tebeos de mi hermano del Jabato y los del Capitán Trueno incluso leí novelas de Corín Tellado de mi prima Upé.
Allí mis hermanos y yo vivimos nuestra infancia la pasamos con mis tíos Flores y María y junto a sus tres hijos Angelita, Upé y Pedro en la misma casa pocas comodidades, pero en armonía familiar Pedro y mi hermano se llevaban apenas un año por eso además de primos siempre fueron amigos.
Son muchas las cosas que podría contar de mi caminar entre Cabo Noval y Calle del santo porque allí transcurrió mi vida hasta los 12 años pero este es mi pequeño homenaje a mis abuelos paternos Padre Clo y Madre upé como todos vuestros nietos os llamábamos OS QUIERO    


lunes, 20 de abril de 2015

Olores







OLORES DE MI PUEBLO
Recordando esta vieja canción de manolo escobar que dice que España huele a pueblo, me han venido tantos recuerdos de esos olores de mi pueblo.
Olor a campo y lagunas.
Olor a tierra húmeda cuando caían unas gotas de lluvia.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            
Olor a lluvia y nieve
Olor a barro de las tejeras, yo sobre todo recuerdo el de la cerámica.
Olor a basura a barranco removido.
Olor al agua del almaen en nuestras  fuentes que calmaban nuestra sed en esas tardes de juegos.
Olor de primavera en esas fabulosas tardes que desde el colegio nos llevaban de paseo.
Olor a trilla y paja entrando en los muchos pajares que había entonces.
Olor a caballerías
Olor atormentas.
Olor a vendimia y mosto.
Olor a petróleo para las viejas estufas e infernillos.
Olor a carbonilla para los braseros
Olor a humo saliendo de las chimeneas.
Olor al buen  cieno de nuestras lagunas.
Olor a cohetes pólvora y Feria.
Olor a humaza a monda de cebolla.
A rosa de azafrán y tueste de esta especia tan nuestra.
Olor a jabón casero.
 Olor a las hogueras de nuestros viejos santos.
Olor a lumbre con un buen cocido
Olor a rosco recién echo.
Olor a cebolla y calabaza cocida, preparando la matanza, a bodrio, adobo y picada de chorizos.
Olor a leche del recreo.
A comedor del colegio particularmente macarrones y natillas resquemadas en el culo de la olla
Olor a pan recién hecho y esos dulces caseros que nos hacían nuestras madres.
Olor harina tostada para gachas a pisto, sardinas fritas, tortilla de patatas o simplemente un mojetillo.
Olor a picatoste.
Olor a castañas tostas.
 Olor especial de abuelos, padres y hermanos.
Resumiendo olor a mí pueblo y sus gentes.


lunes, 2 de febrero de 2015

El patio


El patio
El patio de mi abuela
Patio de vecinos
Patio de cruce
Patio donde se desarrollo mi infancia, por lo tanto patio de grandes recuerdos, recuerdos grabados a fuego como son los de nuestra niñez.
Yo allí fui feliz  junto a mis tías, abuela, primos y  por supuesto junto a mi madre y hermanos.
Vivir un solo día de aquellos sería maravilloso.
Patio de cantos en donde asomaban esos ramilletes de manzanilla.
Patio en donde se sentaban sus vecinas  en invierno buscando el solecito y en verano la sombra. Allí las podías ver  cosiendo, pelando patatas, zurciendo, peinando la peinadora con esa  bandolina, merendando esas catas de agua y azúcar, mondando rosa  o simplemente espulgando lentejas.
Patio donde se mezclaban olores a tortilla, judías, lentejas, gachas, potaje o simplemente unas sardinas fritas.
Patio de juegos, de meriendas, esos ricos mojicones, o esos polos de fresa que los recuerdas y parece que los estuvieses saboreando.
Patio de risas de alegrías de tristeza y llanto.
Patio de juegos píndola, escondite, pillado, taba, corro y tantos otros.
Patio de desollones en rodillas y codos culpando siempre a otro de tus caídas pero sin enfados por parte de nuestras madres que siempre terminaban diciendo eso no es nada un poquito de mercromina y de vuelta a tus juegos (hoy sería motivo de ir a urgencias )
Ese patio me trae recuerdo especial de mi abuela mujer de frágiles manos como toda ella una mujer frágil y a la vez de fuerte genio, mi recuerdo es viéndola coser bajo la ventana de su cocina comedor, cuando el tiempo acompañaba  y cuando no sentada bajo la lacena junto a su brasero de picón vigilante de todos sus nietos que no dejábamos de pasar a esta habitación de escasos enseres  y a la vez tan acogedora, en donde a veces  cuando  dejábamos correr en el patio podíamos juntarnos nueve niños dentro y jamás acercarnos a esa banca, esa mesa que disponía de un hule de papel de periódico, ni que decir tiene de acercarnos a la máquina de coser .
Creo que no hubo un solo día en mi niñez que yo no pisara ese patio pero allí fui feliz creo que muy feliz seguro que era debido a que sin tener nada tenía todo pues estaba rodeada de toda la gente  que yo quería y que sin lugar  a dudas  me querían.
Maravillosos los buenos recuerdos  que nos vienen a nuestra mente sin el menor esfuerzo y lo más maravilloso poder disfrutar de esas imágenes  que no necesitaron ser grabadas y sin embargo  las ves tan nítidas.
Todo mi recuerdo para todas esas personas que en algún momento compartí ese maravilloso patio con ell@s y hoy no están entre nosotr@s  un gran beso

lunes, 8 de septiembre de 2014

La feria de mi niñez



Cara alegre y contenta
Con sonrisa que asomaba
Muecas de felicidad
En su cara dibujaban
Era nueve de septiembre
Y en la plaza correteaban
Jugaban al escondite
Trompo, canicas y chapas
Eran vísperas de feria
Y los feriantes ya llegaban
Los niños alrededor
No quitaban la mirada
Qué alegría que alboroto
Los caballitos llegaban
El puesto de los juguetes
Y también el de patatas
La caseta de los tiros
Que a los chicos encantaba
Acudían casi todos
Para ver cual mejor tiraba
Cuando llegaban los coches
La atracción más deseada
Todos los niños corrían
Para ver como los montaban
En las tiendas de tu barrio
Las madres se amontonaban
Había que hacer la compra
Porque las fiestas llegaban
Ha llegado el día trece
Las fiestas ya comenzaban
De colorido e ilusiones
Nuestro pueblo se inundaba
Olor a fritura y moruno
A pollo y chocolatada
Y ese olor tan especial
Que la pólvora dejaba
Mucho han cambiado las cosas
Pero sigue la misma ilusión
Pasear por nuestra feria
Y al final comprar turrón.