jueves, 11 de junio de 2015

Calle el Santo calle de mis abuelos

En este charco helado patinamos con nuestras catiuscas





Calle del santo, calle de mi niñez de juegos, risas, llantos, porrazos que desollaban rodillas y codos calle por la que veía llegar a mi madre de hacer sus compras o con un cántaro de agua a la cadera, ver llegar a mi padre de vuelta a casa, mis abuelos sentados en su acera, los carros y remolques aparcados que tantas veces nos sirvieron de escondite, sentir a mi madre llamarme a grito pelado, todo esto para mí ya la hace una calle importante en mi vida.
La anduve miles de veces en mi caminar al colegio, para hacer recados a mi madre, para ir al estanco de la tía María a por un celta corto para mi abuelo, donde Olympio y Juana por yogures o unos zumos fresquitos de la prosperidad, donde los chivirines por la leche cada día, a jugar un rato al matadero, donde  Paca por una bolsa patatas de Fortunato.
Mis abuelos Vivían en esta calle divisando la calle Cabo Noval que era la mía por eso hoy hablare de ellos para mí era lo más importante que yo tenía en esta calle
.
En esta calle también vivía una hermana de mi abuela, Clotilde a la que yo visite infinidad de veces con mi abuela y en muchas ocasiones con mi madre.
Mis abuelos paternos fueron muy importantes en mi vida mi abuelo porque fue el único que conocí, recuerdo como cada domingo llevaba un nieto al cine ya que no se podía invitar a todos a la vez eso si solo a los chicos, eran tiempos diferentes, no quiere decir que a las chicas no nos quisiera porque a mi hermana la adoraba, igual a todas pero ella era la pequeña, también nos solía dar para que fuésemos a comprar un polo parece que lo estuviese viendo venir de la cerámica y salir a su encuentro a la vez que venía corriendo su perro cuqui era una persona entrañable al que yo creo que deberían querer mucho familiares y vecinos del pueblo.
Sus nietos mayores disfrutaron algo más de él, otros en cambio todavía éramos muy niños cuando lo perdimos para mí fue la primera perdida de un ser querido y sobre todo recuerdo la tristeza de mi padre en los pocos días que estuvo enfermo y los llantos de mi abuela.
Este suceso para mi tubo un cambio importante en mi vida pase sin comerlo ni beberlo a dormir con mi abuela  no es que yo no quisiera ir a dormir con ella pero no podía entender que teniendo tantas nietas tuviese que ser yo nunca supe el motivo, pero a pesar que esta circunstancia me robo tiempo con mis hermanos y padres, me aporto grandes vivencias con mi abuela una mujer de mente abierta.
La primera noche llore mucho cuando mi madre me llevo recuerdo que mi madre decía porque no quieres ir con tu abuela y yo decía que no quería dormir con una vieja sin embargo llorando me dormí abrazada a ella cuantas cosas me contó en esa cama que compartiríamos años todo lo que ella me contaba giraba en torno a mi padre ahí conocí toda la vida de mi padre a veces le decía cuéntame otra vez esto y no se cansaba de repetirme las cosas que bonito hubiese sido que estuviese grabada alguna de esas conversaciones oír con que  amor hablaba de sus hijos.
 
Yo quise mucho a mi abuela era una gran persona feliz cuando los demás tenían cosas que ella no tuvo nunca siempre que la recuerdo la veo como le decía a mi madre cómprate un frigorífico que te vas alegrar cuando lo tengas y una lavadora que te va quitar mucho trabajo y así con todas las cosas que iban saliendo al mercado cuando ella no disponía de nada.
Cuando nos cambiamos de casa siempre me llevaba mi hermano en verano hasta cruzar la carretera y en invierno hasta su casa y ella siempre esperando que llegara fueron buenos años de verdad que si abuela aprendí mucho contigo sobre todo conocí la vida y milagros de mi padre ese ser maravilloso que fue para mí y que tu pusiste tu granito de arena para que así fuese.
Esta fue la calle de mis juegos, enemigos, tres en raya, las chinas, taba, escondite, pillado y tantos otros de los que un día escribiré.
 Por esta calle  pasee vestida de comunión de corto como ya pocas iban pero no me causo ningún trauma y hoy pienso que quizás fuese el mejor de todos los vestidos de aquel año ya que lo hicieron las manos de mi madre y estoy segura que le puso mucho amor y además me hizo otro para la tarde.
En la casa de mis abuelos también pase una enfermedad dura sobre todo para mis padres y abuela por darse la circunstancia de estar yo a su cargo porque mis padres se encontraban cogiendo aceituna en Manzaneque y como los medios no eran los de ahora un taxi tuvo que ir en su busca ya que Don Manolo dijo que no había solución la verdad lo pase muy mal y no me pudieron ni trasladar a mi casa tuvo que ser mi madre quien se trasladase conmigo me mimaron y todo lo recuerdo como un sueño.
Allí en la puerta de mis abuelos leí montones de cuentos de princesas que se compraban en sobre cerrado como sorpresa doblados por la mitad por ello los cambiábamos como los cromos leí los tebeos de mi hermano del Jabato y los del Capitán Trueno incluso leí novelas de Corín Tellado de mi prima Upé.
Allí mis hermanos y yo vivimos nuestra infancia la pasamos con mis tíos Flores y María y junto a sus tres hijos Angelita, Upé y Pedro en la misma casa pocas comodidades, pero en armonía familiar Pedro y mi hermano se llevaban apenas un año por eso además de primos siempre fueron amigos.
Son muchas las cosas que podría contar de mi caminar entre Cabo Noval y Calle del santo porque allí transcurrió mi vida hasta los 12 años pero este es mi pequeño homenaje a mis abuelos paternos Padre Clo y Madre upé como todos vuestros nietos os llamábamos OS QUIERO    


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